Robocraft no tiene nada que ver con los típicos juegos de guerras entre unidades bélicas, puesto que las mismas han sido sustituidas por robots armados hasta los dientes. A pesar de la potencia de los androides es fundamental elaborar una buena estrategia para acabar con el enemigo.
Avanzar sin pensar en las consecuencias de dicha acción es un grave error que acarreará la pérdida de varios robots aliados. Así pues, antes de dar un solo paso conviene planificarlo al milímetro, permitiéndote dar forma a tu propio robot personalizándolo como quieras para que luzca en los enfrentamientos. Muchos aspectos han de ser tenidos en cuenta a la hora de introducir elementos en tu unidad, puesto que algunos de ellos afectarán de una manera u otra tanto a la movilidad como al comportamiento general.
En ocasiones creerás estar jugando a Battalion Wars, aunque en Robocraft la precisión es mucho más importante, así como la agilidad al moverte con el robot.
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